Fruko y sus Tesos — Cuatro eras (sin contar sus otros proyectos)

Aunque Perogoyo y su Combo, el Sexteto Miramar y Michi y su Combo les precedieron, Fruko y sus Tesos fue LA orquesta de salsa colombiana de la década del ’70, y el punto de referencia para quienes después construirían sobre lo ya visto: Los Titanes, Niche, Guayacán, Raíces y otras orquestas de salsa que conformaron el segundo boom salsero colombiano en la década del ’90.

El surgimiento de una orquesta salsera colombiana de primera línea era, como habíamos visto, el anhelo de muchos aspirantes. Incluso, agrupaciones tropicales como los legendarios Corraleros de Majagual (de la cual Fruko también fue miembro, no es casualidad) habían experimentado con el género, al punto que para estos oídos no ha habido (ni habrá quizá) una orquesta que haya tocado salsa más dura que los Corraleros. Basta con escuchar la descarga “El Mondongo” para comprobarlo.

Pero quiso la fortuna favorecer al proyecto de Julio Ernesto Estrada “Fruko”, gracias a varios factores. Quien haya escuchado las primeras interpretaciones originales de los Tesos, se sorprenderá por el estilo más convencional que traía la banda. “Tesura”, “Botando Corriente” e “Improvisando”, dan fe de una era inicial en que los arreglos musicales rememoran en cierta forma lo que vendría después, pero carecen de la onda tropical y folclórica que terminan incorporando el líder y los miembros de la banda en su época dorada (Fruko reconocería después en alguna entrevista que la principal competencia de los Tesos eran los Melódicos con su “ella baila el pompo”, no los salseros de Nueva York y Puerto Rico).
Los salseros en Colombia aman su música y la bailan, pero no todos la compran y muchos menos la coleccionan. Cuando a la orquesta entran Piper Pimienta, y luego Saoko y el el Joe, las aristas se suavizan y un estilo propio empieza a emerger (compárese “Ahora Vengo Yo”, interpretado por la Fania All Stars y por el Joe y Fruko con un tempo más acelerado).

La edad de oro de la orquesta arranca con el LP “Ayunando”, sigue con “El Violento”, “El Caminante” hasta “El Grande”. Estos discos contienen una avalancha de éxitos difícil de creer, interpretados por unos músicos en lo mejor de su juego y una emotividad y calidez interpretativa imposible de emular. Si bien los Melódicos y las orquestas tropicales competían por el mismo mercado, los éxitos de Fruko y sus Tesos ocupan en el oyente colombiano el mismo lugar que ocupan los grandes del género: Ricardo, Bobby, Willie, Héctor, Johnny y Celia.

Después de “El Grande” y la primera gira a USA, la orquesta original tiene pérdidas sensibles como la del pianista y arreglista Hernán Gutiérrez (QEPD), lo que marca para mí el comienzo de la edad de plata de Fruko y sus Tesos “El Bárbaro”, “El Patillero”, “El Cocinero Mayor”, “El Teso” y “El Espectacular”, con el que la banda celebra su décimo aniversario.

Si bien es difícil encontrar dos LPs que puedan marcar un punto más alto que “El Caminante” y “El Grande”, me quedaría con “El Cocinero Mayor” (que incluye el primer éxito no interpretado por Saoko, el Joe o Pimienta — “La Borincana” de nada más y nada menos que Celio González), a mi juicio el disco de 1978 es el más parejo y mejor interpretado de toda la década; y el más salsero de todos desde el ya remoto inicio de los Tesos, porque a partir de 1976 la onda tropical adquiere más preponderancia en el sonido, junto con la fuerte influencia que significan los trabajos de Ricardo Ray y Bobby Cruz “Reconstrucción” y “Viven” en el trabajo percusivo. Esta influencia permea por completo “El Espectacular”, una divergencia del trabajo previo con melodías, arreglos y temáticas muy originales en las letras, aunque un poco desigual en los resultados.
1981 representa el momento del inevitable slump, con un supersencillo de 45 RPM que marca la despedida no anunciada del Joe Arroyo. El éxito es “Vengo por Tí”, que como describí en otra parte era una fusión de merengue dominicano y raspa cachaca que traicionaba involuntariamente el cansancio acumulado de diez años de éxitos non-stop. Los otros temas “El que da lo que tiene” y un cover de “Toma Jabón Pa’ Que Laves” no pueden destacarse.

Como tampoco lo hizo “Danza y Congo”. La Banda de Fruko solía impulsar un tema para los carnavales de Barranquilla (como “Ayúdala Por Favor” y “La Distancia”), pero el único tema interpretado en sendas versiones por Saoko y un up-and-coming Saulo Sánchez, si triunfó en el ‘81, ahora quedó como curiosidad de coleccionista.

El efecto que produjo la partida del Joe Arroyo de la banda para fundar La Verdad, fue catastrófico. Aunque ahora se le reconoce la audacia, en cierta forma fue anticlimático pasar de cantar salsa a cantar el folclor de la costa atlántica colombiana, aunque sin duda era un deseo que el Joe debía cumplir. Sin embargo también tendría que empezar a lidiar con sus propias dificultades.
Entre el ‘81 y el ’84 un grupo de cantantes entre May González y la India Meliyará (de los 30 que reconoce Fruko que han pasado por su orquesta) no consiguen que el proyecto siga adelante. Se le reconoce (y reconocerá) a Joseíto Martínez el timbre de voz que inauguró la edad de bronce de los Tesos. Como en los tiempos del Joe, Joseíto será la voz líder también de The Latin Brothers. A partir de “El Magnífico” arremete otra avalancha de éxitos, y esta vez el LP para mostrar será el de los Latin: “Para Bailar!”, un discazo.

Y para la década del 2000 empieza la Nueva Era de Fruko, con un sonido más fiel a la era de “Tesura” y “Botando Corriente” con una nómina de músicos (“Macabí” en el piano) y cantantes de lujo como Saoko y Gabino Pampini. Me gustan “Power Salsa” y el álbum concepto en el que se salsean los éxitos tropicales de los ’70, tales como “Tabaco y Ron”.

Quedaría faltando entonces el rencuentro con el Joe y un álbum escondido de alguna presentación en vivo de los 70’s.
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