Que Felicidad La Tuya

Kart Rahner (reputado teólogo de la época previa al Concilio Vaticano II), Hans Küng (un renombrado teólogo disidente) y Joseph Ratzinger mueren el mismo día, se encuentran ante San Pedro para saber cual será su destino en la otra vida. San Pedro se acerca a ellos y les dice que tendrá una entrevista con cada uno de ellos para “discutir sus puntos de vista en varios temas”. San Pedro señala a Rahner y le dice: “¡Karl! A mi oficina…” Después de unas cuatro horas, se abre la puerta y Rahner sale arrastrando los pies. Está como abstraído y murmura algo como: “!Oh, Dios, eso fue lo peor que pude haber hecho! ¡Como pude haberme equivocado tanto! Lo siento… nunca supe…”. Andando sin cambiar el paso se dirige al cielo, como una muestra más de la misericordia de Dios. Sale nuevamente San Pedro y señala con el dedo a Küng y le dice: “¡Hans, te toca!”. Después de 8 horas, se abre de nuevo la puerta y aparece Küng cabizbajo, contrito, apenas se puede tener en pie. Está al borde del colapso y su

Analicen que tan mal está el país: el pueblo colombiano puede decidir quien se queda o quien se va en un reality (¡y pagando por votar!), y ahora, cómo se desenvolverá la trama de una telenovela (interactiva); pero después de las elecciones (¡después de que le pagan por votar!) no puede (y a veces ni quiere) tener el más mínimo grado de injerencia en los asuntos políticos y económicos que deciden su futuro. Por supuesto es así como suceden cosas tales como las zambras del congreso, la legislación hecha a la medida, la autorización del ingreso de desechos tóxicos al país y un largo etcétera. La solución obvia sería que, sentado el precedente de los realities, donde hay gente dispuesta a pagar por un mensaje de texto o por una llamada para sostener a un participante (atrás de un premio que nunca les llega), se estableciera una democracia "interactiva", en vez de "participativa"... qué va, de arranque ya encontrarían los corruptos de siempre y del futuro la forma de pe