¿Es hincha de Tiger porque le fue infiel a la mujer? No fregués...

PARA: “Un hincha más

DE: Dr. sipmac / The sipmac ensemble

ASUNTO: Tiger Woods y otros.

Sr. hincha más:

Todos tenemos pies de barro, todos somos de este mundo, todos somos humanos, muchos de nosotros hipócritas. Dicha esta, su principal línea de argumentación y de justificación, Dr. sipmac no entiende su forma de celebrar el hecho de que Tiger Woods tuviera una larga lista de infidelidades a su cónyuge, y que esto trascendiera a la prensa y al público en general, por la violenta reacción de la ofendida esposa y del accidente automovilístico inmediatamente posterior. Tampoco entiende como en su columna no hay la más mínima muestra de solidaridad o siquiera empatía con la real víctima de la historia: Elen Nordegren (y su prole), quien evidentemente ya no aguantaba más, a pesar de la vida de lujo y de los millones.

Sea hombre o mujer, a nadie le gustaría aguantar la infidelidad sistemática. A usted, de seguro no le gustaría (a menos que crea en las relaciones abiertas o el poliamorismo). Aun sin saber que piensa al respecto, es evidente que es más fácil para usted irse por la línea del facilismo, de la línea que todo librepensador se sabe: que el puritanismo de los gringos está acabando con el pobre golfista, que después de sacarle el jugo ahora lo bota a la caneca de la basura. Hipocresía.

Sr. hincha más, no se trata de eso: primero que todo, a la gente le gusta crear ídolos para luego tumbarlos, así no den motivos reales; de eso mismo estaba hablando ayer aquí. Por principio, no me caen nada bien los comentarios malintencionados en contra de las celebridades y también de la pobre gente bienintencionada que queda atrapada injustamente en el medio de una historia y tiene que afrontar la vergüenza pública, pero no dejo de reconocer que eso es un negocio, una industria, un estilo de vida. El estatus de celebridad le da al poseedor, entre otras cosas, la de poder recomendar productos y servicios con resultados efectivos. Entre mejor sea la imagen, más poder de venta, y por lo tanto, mejores contratos. En un extremo, uno puede ser la imagen de Gillette, y en el otro, se puede terminar haciendo un televentas. Y con toda seguridad a nadie se le ocurriría contratar a un asesino de niños convicto para promocionar una guardería, y tampoco a alguien que a pesar de todo no se le pudo probar nada, pero quedó igual con la imagen de pederasta. Para eso se necesita una imagen impoluta, “para toda la familia”. ¿Ya nos vamos entendiendo? Es por eso que por mucho que los “músicos de verdad” desprecien a Hannah Montana, cualquier padre de familia le compra a sus hijas todos los CD’s y la parafernalia relacionada con ella sin ponerse a pensar mucho. Lo mismo vale para los Jonas Brothers. ¿Britney Spears? Hmmm.

Tampoco hay en su escrito mucha empatía por los patrocinadores. Vamos, es difícil para usted (y casi cualquiera), pero imagínese usted siendo el dueño de una fábrica de cereales para el desayuno y que la estrella deportiva por la que usted pagó una millonada fue pillada fumando marihuana. ¿No se sentiría al menos un poquito incómodo al dar la rueda de prensa? ¿Le gustaría que su producto fuera asociado con ese particular incidente?

García Márquez, tratando de defender a Bill Clinton, a quien conocía personalmente, y de quien estaba orgulloso por haber leído al menos “Cien Años de Soledad”, dijo públicamente en un comunicado que así fuera el presidente de los Estados Unidos, él tenía el “soberano derecho” de ponerle los cachos a la mujer. Me pregunto si Hillary supo de esto… Entendámoslo de una buena vez, hay conductas que son censurables. Bill Clinton era culpable de perjurio, y si no lo declararon culpable por fórmula de juicio, fue porque consideraron que era ridículo condenarlo, que cometer perjurio por una infidelidad era como un “perjurio pequeñito, un perjurito (mi amor, te juro por Dios y mis hijos que…)”. Así que al pobre Bill le tocó nada más ser expulsado de la barra de abogados y consolarse (?) con Fran Drescher (!), todo por jugar con la majestad de la institución más poderosa del planeta.

Phelps y Woods… bien, han perdido algunos contratos por unos cuantos millones de dólares. Woods, la tranquilidad y la armonía de su familia, con o sin escándalo público. ¿Cuánto valdrá esa tranquilidad, esa armonía? No he podido ver el acuerdo prenupcial del golfista. ¿Por cierto, que se hizo eso de ser un ejemplo para la juventud y todo eso? Eso pasa cuando bajan los estándares de lo que se espera de una figura pública. En todo caso Woods mismo fue quien cultivó cuidadosamente una imagen pública sin tacha, pero se expuso irresponsablemente al punto de no poder protegerla más. Negocios, eso es todo. Da igual que se hubiera puesto a meter plata en una pirámide.

Otra cosa, Sr. hincha más: a Nike se le acusa de mal pagar (esclavizar) a sus empleados en el exterior, no se si habrá oído hablar del término “sweatshop”. A Dr. sipmac le hubiera parecido sensato y respetable su decisión de no comprar zapatos de esta marca, pero ya se decidió a que sí lo haría, así que sip le pide respetuosamente que reconsidere su decisión. Y cuando uno se pasa de Gillette a otra marca, se le brota la cara…

Dr. sipmac has ranted.

FULL DISCLOSURE: Dr. sipmac no es una celebridad, pero tiene un blog. ¿Será que desea ser famoso a costillas de otros?
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