La radio inunda de ramplonería (Basado en: HAVLADDORÍAS, ¡Qué mala onda!)

La marrana inmunda... digo, ¡la radio inunda!

HAVLADDORÍAS: ¡Qué mala onda!: "No sé si es que me volví viejo o anticuado, pero me parece que en las emisoras se ha llegado a un grado de ramplonería francamente detestab..." Leyendo este post de Vladdo, no hay más nada que añadir. Aquí se han publicado antologías del disparate radial y televisivo, pero nada que cambia. Y la excusa para la mediocridad y la porquería es como la de cualquier delincuente "para comer hay que ganarse el real/aunque sea en contra de la sociedad".

No hay que sentirse dinosaurio, ni desfasado, ni pasado de moda, ni fuera de época, para querer (y pedir) un poco de recato y buen gusto a la hora de que nuestros periodistas, locutores, publicistas, presentadores y etcéteras quieran cumplir con su deber. Quien diría, pero hace años, cada tipo de emisora tenía su estilo inconfundible. Los locutores de emisoras tropicales se diferenciaban de los de emisoras pop, y así sucesivamente. Ahora todos los locutores suenan como rechazos frustrados de la Radioactiva de hace diecisiete años o más.

El espejo de todos los medios

Y recordemos el cuasimantra del blog: déle al público lo que pida.Una ley de la farándula, del showbiz y del periodismo es que, para tener audiencia hay que nivelarse por lo bajo; hay que buscar el mínimo común denominador. Por eso Dr. sipmac no se engaña:

el día que bloguear dé lo suficiente para vivir, todos los blogueros se nivelaran por lo bajo.