Ingrid de la Selva: con más viñetas!

Lo de Raúl Reyes fue exagerado, pero lo de un breve secuestro fue un cálculo real

Nunca creí que estaría escribiendo en este blog; más de un miembro de the sipmac ensemble ha metido sus narices aquí, pero para mí era casi que un punto de honor no inmiscuirme en el coto privado de caza del Agente P. Ahora, a solicitud propia de él, y debido a tantas misiones tareas que le han encomendado, accedo a su gentil petición ("April, ayúdeme que este blog no se ha movido en un rato largo ya, ¡me voy a caer con la producción del mes!").

El cómic es muy real, Íngrid era una amenza para el segundo mandato de Urible

El Agente P exagera: esto no es una fábrica de salchichas, y los posts no deben hacerse por hacerlos nada más. Por lo mismo, antes de seguir con su misión tarea actual, me dejó este material de primera para postear: más viñetas de Íngrid de la Selva, un cómic que el Agente P destacó en su momento, y del que ya otras noticias se han encargado de desplazar; pero aquí the ensemble no olvida.

Aquí prefiero no opinar, como dijo Íngrid, lo que pasó en la selva, se queda en la selva

Que quede claro, Íngrid sufrió lo indecible y el secuestro a manos de las farc y en la selva colombiana no es ni de lejos un fin de semana en un resort en Montego Bay; tanto es así que Sege Scotto, Eric Stoffel y Richard Di Martino capitalizaron en sus desaciertos después del cautiverio para poder hacer un cómic que, vamos, tiene toda la sabrosura francesa de Áxterix y Óbelix. O si no, que miren las viñetas, tomadas sin permiso de los autores y de la revista Semana, que debió haber hecho la traducción. Disfruten (sobre todo porque no se tiene pensada aún una edición en español - ¡lástima! -).