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| Sueños dorados |
En uno de tantos libros que se ocupaban de la familia Kennedy (éste se llamaba "Desenmascarando a Joe Kennedy"), se decía que el patriarca del clan liquidó sus inversiones en la
NYSE faltando muy poco para el crack del año 29. ¿La razón? Nada más y nada menos que un lustrabotas se atrevió a pedirle consejo sobre en cuales acciones invertir (en plena faena). Es decir, para Joe, si un humilde lustrabotas estaba metido en el cuento, el negocio de invertir en acciones ya era inviable.
Poco después se desplomaría la bolsa de Nueva York, inaugurando el período conocido como La Gran Depresión, una crisis económica de tal magnitud, que Estados Unidos sólo saldría de ella en plena Segunda Guerra Mundial. A lo largo de la breve historia de este blog me he ocupado de comentar de vez en cuando sobre esquemas en que la gente planea salir de pobre con muy poco esfuerzo (especialmente con dinero ajeno y/o de los contribuyentes); pues bien, hoy me refiero a un negocio legítimo que al parecer empieza a tener inconvenientes: el
Forex.
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| Mundo de plata |
El foreign money exchange, cambio de moneda extranjera, o forex, es como cualquier negocio legítimo, en el el cual se puede invertir cierta suma de dinero, y con habilidad de pueden obtener ganancias aprovechando las diferencias de cambio entre monedas. La palabra operativa en la oración anterior es habilidad. Cualquiera puede entrar en el juego, pero no cualquiera puede ganar. Aquí es donde vienen a entrar los estafadores. Hasta hace unos días en Colombia no era posible entrar a ciertos sitios donde te ofrecía ganar en forex invirtiendo 100 dólares y sacando 10.000. Si aquí empieza a reventar la cabuya, en otras partes del mundo, como en España, ya lo hizo hace rato. Para saber, basta con googlear "problemas en forex".
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| Hasta aquí llegó |
Es lo mismo que pasaba con Travel One. Independientemente del "esquema de afiliación", así como no es sensato pretender que se pueden producir agentes de viajes en masa, tampoco lo es pretender que de la noche a la mañana todos pueden ser cambistas de moneda. Ah, y tampoco es cosa de comprar algún programa-simulador que haga el trabajo por uno, como ya está empezando a ofrecerse.
Y tampoco todos pueden ser bloggers de la noche a la mañana.
Y tampoco todos pueden ser bloggers de la noche a la mañana.
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