Suicidio colectivo si no les pagan prestaciones anuncian ex trabajadores de Aerocóndor | El Heraldo
El Heraldo nos trae una bonita noticia para el día de hoy domingo. Aquí, que me ocupé con Dr. sipmac hace unos meses relatando y evocando el fin de Aerocóndor en 1980; y bueno, los empleados supervivientes de la espectacular quiebra (seguramente conscientes de lo poco que se mueven las noticias en la primera semana del año), deciden que no van a sobrevivir más:
Más de 1.171 ex trabajadores de la empresa Aerocóndor reclaman en Barranquilla el pago de sus prestaciones sociales desde hace 30 años cuando fue liquidada la aerolínea.¿Y qué tengo que decir yo al respecto? Primero: ¿dónde creen que está la plata de sus prestaciones, señores empleados? ¿No saben acaso que la empresa quebró? ¿Acaso creen que hay por ahí una cuenta de ahorros en un banco con el sugestivo nombre de "EMPLEADOS AEROCONDOR"? Segundo: ¿Esperan que el Gobierno Nacional les pague la liquidación de sus prestaciones con la plata que todos pagamos en impuestos? Tercero: ¿Que tiene que ver la Organización Internacional del Trabajo en esto?
Uno de los ex empleados, Víctor Hugo Prada, dijo a través de RCN Radio que no será un suicidio colectivo simbólico, sino real y que la fecha y lugar se establecerán próximamente.
Mientras tanto, realizarán protestas ante la sede de la administración de Justicia en Barranquilla con el apoyo de las centrales obreras.
Los ex trabajadores sindicalizados argumentan que 200 de ellos han muerto esperando sus pensiones y que muchos perdieron sus viviendas por deudas hipotecarias.
Pidieron la intervención del Gobierno Nacional, de la Organización Internacional del Trabajo y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
No quiero ser duro en un caso como éste; 30 años después sigue siendo una tragedia que tocó muchas vidas (y acabó con el patrimonio de 1.171 familias), pero créanme que los empleados supervivientes al persistir en esta actitud se parecen sospechosamente cada vez más al los excombatientes de Aureliano Buendía que envejecían y finalmente morían esperando una pensión de veteranos de guerra del gobierno que nunca les llegó. El mismo Coronel Buendía renunció a su pensión precisamente para "ahorrarse la mortificación de tener que esperarla".
BONUS TRACK: Siempre he querido que el tono de este blog sea bien caribe, currambero y alegre; pero si lo que veo está mal, entonces reportaré lo que está mal así se me agrie el blog.
Totalmente en desacuerdo con usted, estos trabajadores están en todo el derecho de reclamar su liquidación al gobierno ya que este fue el primer culpable al nombrar una serie de liquidadores los cuales hicieron malversación de fondos y si cobraban muy cumplidamente su sueldo y renunciaron sin dar soluciones a la quiebra.
ResponderEliminarAdemás en el momento de la quiebra habían activos de la empresa para pagar primeramente como la ley lo dicta a los empleados, pero en estos 30 años muchos de esos bienes se fueron perdiendo también por culpa del gobierno por no tener control y por dejar que pasara tanto tiempo sin dictar una solución definitiva.
Así que el gobierno como principal culpable de la situación de estos ex empleados debe pagarles.
Andrés, primero que todo gracias por venir al blog. No disputaré lo que Usted argumenta, si yo estuviera en esa situación todavía estaría viendo que hacer para que se me pagara lo que se me debe y por derecho me corresponde.
ResponderEliminarLamentablemente, lo que dispone la ley con relación a que las acreencias de los trabajadores tienen prioridad sobre las demás, no es más que un saludo a la bandera.
Por ejemplo: si no recuerdo mal, Slaconia quebró, el dueño se voló, pero dejó una nota donde le pedía a quien correspondiera que se le pagara primero a los trabajadores. Hasta donde yo sé (y quisiera ser corregido), eso no pasó. Tengo una tía abuela que todavía vive, y que de no haberse jubilado antes de la debacle, hubiera quedado damnificada.
Otro ejemplo: sé de buena fuente que una empresa de la ciudad fue comprada por uno de los que llaman "cacaos", y que para "recuperarla", está en plena masacre laboral, y los que no se están yendo, tienen que rebajarse drásticamente el sueldo.
Otro más: cuando quebró la textilera Marysol, los empleados se tomaron la sede de la empresa durante años (¡con carpa y todo!). Me explicaron en la Universidad que lo que acabó la toma no fue el pago de las prestaciones, sino el hecho de que paulatinamente, todos fueron buscando y encontrando trabajo.
Lo que me lleva por fin a Aerocóndor. Yo sinceramente lamento que esta línea aérea haya desaparecido. Tanto en imagen corporativa como en servicio (esto por referencias), era una gran línea. Pero, así como le debía producir una gran envidia a quienes ya sabemos que en un momento dado, las dos grandes líneas aéreas del país fueran netamente barranquilleras, también es cierto que el gobierno se apresuró a casarse con una de ellas. Esto sería inaceptable ahora, pero por la misma razón hubiera sido posible que el estado hubiera rescatado a Aerocóndor, sólo que sospecho que el marido del estado influyó para que esto no sucediera, así como bloqueó la creación de otras aerolíneas que le compitieran cada vez que pudo.
Además, sé también de buena fuente que al menos con un año de anticipación había indicios fuertes del descenlace fatal, y no se hizo nada para desviar el curso.
Los trabajadores están en su derecho de reclamar lo suyo, sólo que no quiero que les paguen con la plata que Usted y yo pagamos en impuestos (de la misma forma que tampoco me gusta que rescaten al Sr. Aval con esa misma plata cada vez que sus bancos se friegan).