Junior y Ley de Murphy: Más Vagabundería en la Cueva de Rolando

Nueva camiseta "oficial", de venta en estancos fiesta...

Hace unos cincuenta años aproximadamente, el sempiterno modesto Deportes Quindío le afrijoló la friolera de cinco goles a uno a las estrellas del Junior de aquella época. El público que asistió en aquella época al estadio Romelio Martínez terminó alentando al Quindío, pidiéndole más goles. De toda la barahúnda mediática que trajo semejante derrota, lo que quedó para la posteridad fue una columna del gran escritor Alvaro Cepeda Samudio, quién retrató la actitud de la prensa deportiva barranquillera en dos expresiones: "Digan, digan, digan" y "Tapen, tapen, tapen". Como si esto fuera poco, calificó a esa misma prensa deportiva como "Cueva de Rolando."
A ver, todos como conejitos, jijijí


Hoy, en el penúltimo día del mes de Agosto de 2010, la sensación de déjà vu
que experimenté con esta nueva derrota de Junior 2 a 0 ante Deportes Quindío más los episodios de días anteriores, fue entonces lo más natural del mundo.

“Cuando las cosas no resultan el técnico se tiene que ir. Yo no nací aquí, pero estaba contento en Barranquilla. No quiero que me pase lo de Berbia. Si no hay gratitud, si no hay compresión, yo me voy”, afirmó Umaña.
Esta es una de las tantas caras de la situación actual del equipo: un muy prevenido técnico, al que la afición se la está empezando a montar, en una forma irracional. ¿Y es que de un día para otro se volvió malo? Es decir, ¿era malo cuando dirigió al América, que no pudo levantar y que está a las puertas del descenso y que le debe esta vida y la otra a sus jugadores? ¿Se volvió bueno acaso Umaña cuando llegó al Junior?


No se engañen, este equipo lo tiene todo: tanto para ganar como para perder. Plantel de jugadores, dirección técnica, dirigentes y afición. Pero también tenemos vagabundería, desidia e indisciplina, dignas de un sindicato de Colpuertos. Carlos Bacca vuelve y juega, ¿de verdad cree que lo van a tomar en serio los grandes equipos en el exterior si la celebración del gol que hizo después de su última farra es una alusión a esta? La cortedad de miras del plantel de jugadores que está saboteando al técnico, daría risa si no fuera por tanto daño que le hace a las posibilidades del equipo de repetir campeonato y la desilusión que causa en la afición. Cuando Umaña dice:

“Tuvimos ocasiones, pero no se concretaron y pagamos caro eso ante un buen rival. ¿Por qué no hice cambios? vi al equipo atacando, creando opciones y no lo creí conveniente. Al final no la metimos, no tuvimos suerte, así es el fútbol.
Traducido al español quiere decir: "estos hijos de su madre me están haciendo el cajón jugando mal a propósito, malogrando cualquier posibilidad de gol que tengan. Así, empiezan el sonsonete de que la culpa la tiene el técnico y lo zafan." Umaña no rehuyó responsabilidad en la misma entrevista, pero es obvio que no va a poder contra la mala fe de sus subordinados.

La afición no se puede dejar engañar como en otras ocasiones, si hay que culpar a alguien, que sea a los jugadores. Sigan denunciando, sigan posteando en You Tube, que nadie olvide lo de Javier Flórez, cómo malogró éste su carrera, y que por esto, las genialidades de Bacca, deben ser sólo en la cancha.

Los jugadores indisciplinados son la nueva Cueva de Rolando.

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