Un Despalomado comenta sobre algunos mitos electorales y políticos colombianos

A continuación, el Despalomado hará una totalmente subjetiva apreciación de lo que él considera mitos electorales, con lo que espera dar cierre a esta temporadita que se nos vino encima, y espera que el blog se pueda dedicar a todas cosas. Si va a comentar, recuerde que el Despalomado reconoce que su escrito es subjetivo y que no por nada es el Despalomado.

1. No hay participación ciudadana.

Si la hay, una participación constante, pero de “los mismos con las mismas”, para decirlo de alguna manera. Cuando el máximo de participación ciudadana en elecciones abarca entre un 45% mínimo y un 55% - 60% máximo, durante décadas y décadas, es de esperar que es una tendencia bastante arraigada. Para hacer una campaña política, hay que contar con la parte del electorado que cualquiera sea el motivo, siempre va a querer votar. Hay otra parte del electorado, un buen 40% que nunca votará. Pensar en “conquistar” al electorado abstencionista es pensar con el deseo, cuando no una decisión suicida.

2. El electorado es borreguil

Un argumento bastante socorrido, para insinuar que el voto no es racional, que no es libre y no es limpio. Sin desconocer nunca que hay constreñimiento del electorado, ha habido casos que demuestran en que a pesar de éste, la gente vota a favor de sus intereses, engañando al que hace la coerción. El clientelismo lleva una inercia pasmosa en este país, pero eso no quiere decir que el electorado no es racional en sus decisiones.
3. El voto de opinión es racional

Esta es la versión oficial de muchos columnistas de prensa y bloggers. En realidad el voto de opinión en Colombia muchas veces es desesperado en la búsqueda de opciones, oportunista al punto de matricularse con la primera opción viable y luego terco para no buscar opciones más racionales (es decir, mejores). La mentalidad del voto útil permea a esta franja del electorado, la más manipulable de todas y en cierta forma la más peligrosa. Fue un sector de la opinión venezolana, hastiado del bipartidismo tradicional, el cual fue decisivo en la llegada de Chávez al poder. Por eso lo que dijo Mauricio Vargas no pierde vigencia.

4. El gobierno de Uribe malacostumbra al pueblo con familias en acción

Como diría el Arcipreste de Hita, todo es del color del cristal (político) con que se mira. Cuando el Polo abre comedores y habla de Bogotá sin hambre, se habla entonces de justicia social. Si del otro lado del espectro, el gobierno reparte subsidios, entonces se trata de un asistencialismo demagógico. ¿Por qué este tipo de inconsistencias?

5. Gustavo Petro le está haciendo daño al Polo y es un vendido

En realidad es el único que ha entendido bien en que consiste un gobierno de unidad nacional. Aparte de él, ni el presidente electo siquiera parece tener una concepción diferente a la de votos = puestos.

Quizá pronto haya otra entrega (eso me dijo el Despalomado antes de dejar las cosas de este tamaño).