Mockus el primer cibercaudillo colombiano

¿Qué no fue una decisión fácil lanzarse a la alcadía una vez más? ¿Qué Mockus tuvo que viajar a Lituania para encontrar una respuesta sobre ceder el paso y volverse irrelevante o aspirar una vez más? Definitivamente es sorprendente como El Espectador está dispuesto a llevarle el agua y todo lo que pida al rey de “la moral de situación”. Así que el hombre anda en búsqueda de una “franquicia política” para poder satisfacer sus apetitos de poder, mientras busca hacerle el quite a la ley. Y eso que “no todo vale”…
En Hora 20 dieron como un hecho el que Mockus será candidato a la alcaldía de Bogotá, lo que inmediatamente transformará la mal llamada “ola verde” en un movimiento personalista, exactamente lo que el cuasicandidato ha criticado como defecto de la democracia colombiana.
La misma “ola verde” dejará de serlo, porque de tanta incoherencia (excepto en una devoción casi idólatra a la figura del profesor intelectual), se transformó en un “masacote verde”… un Mockus. Valiente democracia en la que las primarias de facto son unas encuestas en la que máximo unas 5.000 personas de las que aún tienen línea telefónica terrestre, de la mano de la ambigüedad de los encuestadores van “forjando opinión” y decidiendo el destino de la ciudad.
Mockus se baja los pantalones una vez más… y sus incondicionales se lo celebran. Ninguno de ellos ni los periodistas tampoco ha hablado de caudillismo, oportunismo o culto a la personalidad. Todos ven uribismo por todos lados, pero debe ser que el mockusismo es algún tipo de caudillismo superior, un “caudillismo científico”.
Un partido político es más que unos tweets y una página en Facebook. Mockus, nuestro primer cibercaudillo, no necesita ser un visionario para saberlo. En el mundo de Antanas “no todo vale”, pero no deja de sorprender como las reglas siempre terminan favoreciendo sus aspiraciones de poder.
Enhanced by Zemanta

Comentarios

Entradas populares de este blog

Real Madrid 8, Millonarios 0: los memes

Memes Quilleros