Como todos saben ya, con auténtico espíritu emprendedor, de rebusque, el cuerpo (guiño, guiño) de bomberos de
Puerto Colombia se prestó (guiño, guiño) para dejar usar sus instalaciones para la grabación de una cinta porno. No es una idea descabellada, pues en otras latitudes los bomberos usan su
sex-appeal en calendarios que financian sus nobles actividades.
Los bomberos porteños cobraron apenas unos 220 dólares por arrendar su locación, pero es entendible su inexperiencia (guiño, guiño) en el negocio cinematográfico. Tiempos mejores y negocios mejores vendrán... eso sí, si sobreviven al pelero que se les armó en
Twitter,
Facebook y demás redes sociales. Para muestra:
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| Todo comenzó modestamente... |
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| Tiempos mejores y mejores negocios vendrán. ¿Para que dedicarse a apagar incendios? |
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| ¡La nueva meca del cine! |
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| Otros quieren también montar en el bus de la victoria... |
Se cayó el muelle, pero se paró la industria cinemátográfica.
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