Filosofar en Colombia es Supercalifragilísticoespialidoso
Los paraguas son para protegerse de la lluvia de ideas... |
Respeto mucho a la Revista Arcadia y al Sr. Rodrigo Restrepo por plantear estos interrogantes tan válidos. Cuando en otras latitudes enclaves filosóficos tales como la llamada “Escuela de Frankfurt” le han cambiado la cara a la civilización occidental en cuestión de tres generaciones (Theodor Adorno y sus seguidores — Herbert McCloskey, entre otros — transformaron con rigor científico la ideología conservadora en un trastorno de la personalidad, una hazaña de consecuencias profundísimas en el discurso político actual), aquí el esfuerzo de nuestros filósofos locales ha sido, no inexistente (sería muy injusto si lo afirmara), sino invisible.
“Me preguntó qué proponíamos los filósofos para solucionar los problemas del país”, cuenta [Rubén] Sierra. “El problema es que me exigió que explicara el tema en sólo tres minutos.”
No creo que haya sido para nada ingenuo quien le haya hecho semejante petición al Sr. Sierra. Conozco a alguien que solía atacar a su hermano, un ambicioso pichón de filósofo de esta manera cuando conversaban de cualquier cosa y su hermano intentaba darle el enfoque profesional. “Es para cuando estés en una entrevista”, le decía.
En retrospectiva veo que no estaba desencaminado. Si bien es un despropósito que en tres minutos se pretenda dar una respuesta – panacea – síntesis, los filósofos colombianos tienen que reconocer que lo que les sobra en pose, les falta en divulgación. El mismo artículo reconoce que en una breve (y poco rigurosa) encuesta “(…) Cinco de los diez proyectos de filósofo no usa Internet con fines filosóficos sino para casos estrictamente necesarios — consultar el diccionario latín – español o buscar algún libro que no se encuentra en las bibliotecas—. Apenas tres usan Facebook para compartir ideas filosóficas y sólo dos exploran la red — esto es, blogs y Youtube — como un recurso válido de investigación.”
¿Por qué?
Para [Lisímaco] Parra, detrás de la pregunta por los grandes filósofos se encuentra todavía un gran prejuicio: la sombra del gran autodidacta.
Me resisto a considerar a alguien que se sepa La Ilíada de memoria como un gran pensador o incluso como un experto sobre cultura griega, y ése es el estereotipo que queda del filósofo autodidacta de fuera del circuito. Alguien a quien se le puede escuchar con cierto desdén pero no se le puede tomar en serio por no tener los hijuetantos semestres de rigor cursados en la universidad. Un prejuicio que va de la mano del considerar “farandulero” y “filósofo de mentiritas” a aquel que se la juegue por la divulgación, llámese Sabater, Rozitchner, Feinmann, Eco o Buela.
De esa forma se creó otro estereotipo, el del filósofo colombiano, muy a gusto en su microcosmos de la universidad y la docencia, pero inocuo al fin y al cabo, mientras que llega un escritor de novelas para niños y jóvenes (!) llamado Gaarder y hace más por la divulgación de la filosofía que tantas generaciones de filósofos colombianos.
Colombia está acostumbrada a mirarse su ombligo y nada más, y los cachacos se creen el ombligo.
De acuerdo a una afirmación que hizo ayer Diego Marín Contreras en su columna habitual de El Heraldo, Juan Gustavo Cobo Borda soltó en alguna ocasión el exabrupto de que no había tradición de pensamiento costeño. La respuesta del Sr. Marín debe haber sido buena, pero yo me hubiera limitado a tres palabras: Julio Enrique Blanco.
En la era de la repetidora de Chocontá o la del telégrafo, este desconocimiento de la tradición de pensamiento, investigación y filosofía hubiera sido entendible, pero que persista el mismo desdén aislacionista en la comunidad filosófica actual es francamente inaceptable, y demostraría que el “provincianismo” estaría en realidad en quienes gustan de definirlo casi como “atraso cavernícola” y gustan de etiquetar a los demás, de los que no conocen casi nada.
Para la generación actual de filósofos “ya no importa tanto el individuo, la figura o el personaje del filósofo (…)”, explica [Sergio] de Zubiría.
Si hasta en esto los dejó el tren a los filósofos colombianos, si no se sienten con ganas de intentar algo diferente, entonces apaga y vámonos.
Ya que nosotros los mortales no podemos entender el tema, me tomé la libertad de adaptar una cancioncilla para que podamos entender mejor:
Supercalifragilísticoespialidoso
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday.
Tres minutos para proponer
no alcanzarán,
pero un blog no abriré,
porque no puedo mi sabiduría regalar,
mas cierto día yo escuché,
un argentino cuatro tenía ya,
¿la academia colombiana como está?,
la palabra más atroz,¡oh!.
Supercalifragilísticoespialidoso
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday.
El mundo han recorrido y ni saben de sus vecinos,
su extraña frase le soltó y produjo estupor,
un cachaco y un costeño a quienes suelo ver,
¡de la nómina oficial sólo quieren ser!
Supercalifragilísticoespialidoso...
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday
¿Por que no pruebas a decirla al revés?
sodolipiescodiliskifralikapersu
Es un poquito mas dificil, ¿no crees?
¿Solo un poquito?
Si se han tragado sapos y creen que ya no es igual, siempre hay una frase que sin lengua la academia con cuidado describirá, pues pudiera hacerte mal,
[¿Sabe una cosa? - ¿Que? Una vez se lo dije a mi hermano y hoy aquel chico es un filósofo.
….Oooooh PERO SI ES UN GRAN PENSADOR] Supercalifragilísticoespialidoso, Supercalifragilísticoespialidoso, Supercalifragilísticoespialidoso,
SUPERCALIFRAGILISTICOESPIALIDOSO.
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday.
Tres minutos para proponer
no alcanzarán,
pero un blog no abriré,
porque no puedo mi sabiduría regalar,
mas cierto día yo escuché,
un argentino cuatro tenía ya,
¿la academia colombiana como está?,
la palabra más atroz,¡oh!.
Supercalifragilísticoespialidoso
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday.
El mundo han recorrido y ni saben de sus vecinos,
su extraña frase le soltó y produjo estupor,
un cachaco y un costeño a quienes suelo ver,
¡de la nómina oficial sólo quieren ser!
Supercalifragilísticoespialidoso...
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
nadie en Colombia sabe donde hay filósofos.
Supercalifragilísticoespialidoso...
Dan dilidili dan diliday, dan dilidili dan diliday.
Dan dilidili dan diliday
¿Por que no pruebas a decirla al revés?
sodolipiescodiliskifralikapersu
Es un poquito mas dificil, ¿no crees?
¿Solo un poquito?
Si se han tragado sapos y creen que ya no es igual, siempre hay una frase que sin lengua la academia con cuidado describirá, pues pudiera hacerte mal,
[¿Sabe una cosa? - ¿Que? Una vez se lo dije a mi hermano y hoy aquel chico es un filósofo.
….Oooooh PERO SI ES UN GRAN PENSADOR] Supercalifragilísticoespialidoso, Supercalifragilísticoespialidoso, Supercalifragilísticoespialidoso,
SUPERCALIFRAGILISTICOESPIALIDOSO.
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