El punto de vista griego sobre la crisis griega
Como un aporte adicional para poder entender lo que está pasando en estos momentos en Grecia, Dr. sipmac tradujo dos artículos de la prensa griega, los cuales sip espera "enriquezcan el debate" (el cubrimiento de la prensa deja a veces mucho qué desear) y nos hagan reflexionar también sobre nuestra propia situación. Ojalá la traducción haya salido bien. (Si alguna de estas pretensiones de Dr. sipmac se hace realidad, éste bajará tranquilo al sepulcro).
Crisis griega - Años de dificultades en lontananza
"El más duro y doloroso plan de ajuste" - como lo llamó un ministro - quedó esta semana bajo el escrutinio de los mercados financieros y de los analistas, mientras surgían dudas acerca de su efectividad para superar la crisis de la deuda griega.
El paquete de empréstitos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por 110.000 millones de euros fue aprobado por los ministros de finanzas de la eurozona al final de la tarde de Mayo 2, apenas horas después de que Atenas revelara una tercera ronda de medidas drásticas para disminuir el déficit fiscal, las cuales complementarán el gradual otorgamiento de los fondos de la UE y el FMI durante los próximos tres años.
El Primer Ministro George Papandreou declaró durante una reunión de gabinete que "se trataba de un paquete de ayuda sin precedentes para un esfuerzo sin precedentes del pueblo griego." Los países de la UE contribuirán con 80.000 millones de euros de préstamos bilaterales a Grecia con una tasa de 5%, mientras otros 30.000 millones de euros serán entregados por el FMI a una tasa de 2.75%.
La deuda se mantiene alta
"Nuestra intención no es la de absorber la cantidad total ofrecida por la UE y el FMI, sino la de regresas a los mercados tan pronto como sea posible, después de un período de tiempo durante el cual no sea capaz de pagar tasas de interés tan onerosas", declaró el ministro de finanzas griego Yiorgios Papakonstantinou en una conferencia de prensa.
Papakonstantinou ha presentado ya las medidas de austeridad por un valor de 36.000 millones de euros que comprenden aumentos de impuestos y recortes de salarios en el sector público y pensiones durante los próximos tres años, de acuerdo con supervisores de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
En una conferencia de prensa aparte esa misma tarde, el Director-General Adminsitrativo para asuntos económicos y financieros de la Comisión Europea, Sevaas Deroose dijo que "éste era un paquete de medidas muy fuerte, creíble y bien estructurado."
Junto con Deroose estaba Poul Thomsen, Director adjunto del departamento europeo del FMI. Poulsen resaltó que el gobierno griego había emprezado ya con medidas fuertes y muy ambiciosas desde el inicio del año y "antes de que llegara el FMI."
El programa apunta a disminuir el déficit fiscal desde el 13.6% actual hasta "muy por debajo" del 3% del PIB para 2014, dijeron los dos supervisores (A comienzos de este año el gobierno Pasok había prometido a la UE que podría alcanzar la meta del déficit de 3% para 2012).
De acuerdo a los pronósticos del propio ministro de finanzas griego, se espera una contracción de la economía del 4% para este año y del 2.6% para el siguiente, regresando a un modesto crecimiento en 2012.
Aun siendo implementado el plan en su totalidad, le dejaría a Grecia una deuda sustancialmente mayor, subiendo de un 133% del PIB hasta casi un 150% en 2013 - con una economía significativamente menor para pagarla.
Tomado y traducido de Athens News, Edición del 10 de Mayo de 2010, página 10.
El destino de Grecia pende en la cuerda floja
Lo que más asusta de esta terrible situación es que nadie sabe si este es el fin de un sistema político, económico y social en bancarrota y el comienzo de un doloroso renacimiento nacional, o si dicha situación es insoluble y estamos condenados ya a una muerte irreversible de la nación estado. ¿Fue la muerte de tres empleados bancarios en un ataque con bombas incendiarias durante la huelga general del miércoles el crimen sin sentido que finalmente traerá la repulsa del público por los muy arraigados cultos de la muerte o pasará a los libros de historia como una batalla más en una guerra que destruirá al país? Grecia está de verdad en una encrucijada, un punto de no retorno, lo cual es mucho más importante que la crisis financiera. Puede ser más importante que el muy real temor del contagio diseminándose por la Unión Europea y destruyéndola.
Lo que está en juego es si los griegos están dispuestos a hacer el esfuerzo de reformarse a sí mismos, y de si el plan que el gobierno ha aceptado de manos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional ha sido pergeñado con tal sabiduría y delicadeza que éste sea factible en su ejecución y que nos lleve al crecimiento y no a la asfixia. El memorando elaborado por ambas partes, y aprobado el jueves por la mayoría del PASOK en el Parlamento, contiene grandes recortes de gastos, los cuales le quitarán a cada familia no sólo dinero para gastos discrecionales, sino en algunos casos, también de lo necesario para cubrir las necesidades básicas. Al mismo tiempo, el memorando prevé una transformación drástica de la economía griega, su administración pública, sus sistemas de salud y pensiones y una reforma tributaria - con el fin de simplificar procedimientos y hacer el estado más eficiente. Lo crucial es si estas reformas pueden ser llevadas a cabo y que éstas produzcan beneficios antes de que las dificultades ocasionadas por los recortes destruyan la paciencia de la gente y su resolución.
La realidad hoy es un choque de trenes entre dos fuerzas aparentemente irreconciliables - el electorado griego de un lado, y las exigencias impuestas por nuestros amigos en el extranjero, a cambio de darnos suficiente dinero para mantenernos aún más endeudados, posponiendo nuestro día de ajustar cuentas o dándonos suficiente tiempo para recomponernos y enderezar el rumbo. Como somos quienes necesitan prestar para nuestras necesidades expresadas en términos de salarios, pensiones, pagos de préstamos e importaciones vitales tales como combustibles, es muy improbable que nuestro descontento con la situación actual haga que la comunidad internacional se someta a nuestra voluntad.
Esto deja al pueblo griego como la variable sobre la cual depende la solución de nuestros problemas. Y aquí las cosas son muy impredecibles: aun no es claro si la gente echará mano de las reservas que hicieron a nuestros ancestros luchar contra la adversidad y ganar, o si ha sido debilitada por décadas de mimos populistas al punto de mobilizarse por nada menos que quejarse y tratar de mantener un status quo que ya ha desparecido. Este es el resultado de lo que los antiguos griegos estuvieron siempre en contra - su gente volviéndose blanda: Llamar a un hombre joven malthakos (suave) era un fuerte insulto (Hoy en día malakas - consentido -, no sólo está exento de connotaciones negativas, sino que dos generaciones de griegos lo ven como una autodefinición, un término cariñoso).
La gente tiene derecho de protestar en contra de lo que ven como una gran injusticia: van a perder una buena parte de su ingreso mientras que aquellos que hicieron dinero a través de la corrupción (desde la evasión de impuestos hasta sobornos por compras de armas) se salen con la suya otra vez sin pagar nada. Su ira es entendible. Pero el callejón sin salida de la economía no ha
desaparecido: necesitamos prestar y no podemos hacerlo en los mercados internacionales. Para conseguir dinero del FMI y de nuestros socios de la UE, debemos cumplir el trato que hicimos con ellos para continuar recibiendo los aportes periódicos del préstamo de 110.000 millones de euros.
Nuestra opción ahora es si trabajaremos tan rápido como sea posible para reformar nuestro estado y hacerlo productivo, o si nos mantendremos en los roles que nos llevaron a este lamentable punto, seguros en saber que las cosas sólo empeorarán.
Tomado y traducido de Kathimerini, Edición en Inglés del 10 de Mayo de 2010.
Traduttore, traditore!
Crisis griega - Años de dificultades en lontananza
"El más duro y doloroso plan de ajuste" - como lo llamó un ministro - quedó esta semana bajo el escrutinio de los mercados financieros y de los analistas, mientras surgían dudas acerca de su efectividad para superar la crisis de la deuda griega.
El paquete de empréstitos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por 110.000 millones de euros fue aprobado por los ministros de finanzas de la eurozona al final de la tarde de Mayo 2, apenas horas después de que Atenas revelara una tercera ronda de medidas drásticas para disminuir el déficit fiscal, las cuales complementarán el gradual otorgamiento de los fondos de la UE y el FMI durante los próximos tres años.
El Primer Ministro George Papandreou declaró durante una reunión de gabinete que "se trataba de un paquete de ayuda sin precedentes para un esfuerzo sin precedentes del pueblo griego." Los países de la UE contribuirán con 80.000 millones de euros de préstamos bilaterales a Grecia con una tasa de 5%, mientras otros 30.000 millones de euros serán entregados por el FMI a una tasa de 2.75%.
La deuda se mantiene alta
"Nuestra intención no es la de absorber la cantidad total ofrecida por la UE y el FMI, sino la de regresas a los mercados tan pronto como sea posible, después de un período de tiempo durante el cual no sea capaz de pagar tasas de interés tan onerosas", declaró el ministro de finanzas griego Yiorgios Papakonstantinou en una conferencia de prensa.
Papakonstantinou ha presentado ya las medidas de austeridad por un valor de 36.000 millones de euros que comprenden aumentos de impuestos y recortes de salarios en el sector público y pensiones durante los próximos tres años, de acuerdo con supervisores de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
En una conferencia de prensa aparte esa misma tarde, el Director-General Adminsitrativo para asuntos económicos y financieros de la Comisión Europea, Sevaas Deroose dijo que "éste era un paquete de medidas muy fuerte, creíble y bien estructurado."
Junto con Deroose estaba Poul Thomsen, Director adjunto del departamento europeo del FMI. Poulsen resaltó que el gobierno griego había emprezado ya con medidas fuertes y muy ambiciosas desde el inicio del año y "antes de que llegara el FMI."
El programa apunta a disminuir el déficit fiscal desde el 13.6% actual hasta "muy por debajo" del 3% del PIB para 2014, dijeron los dos supervisores (A comienzos de este año el gobierno Pasok había prometido a la UE que podría alcanzar la meta del déficit de 3% para 2012).
De acuerdo a los pronósticos del propio ministro de finanzas griego, se espera una contracción de la economía del 4% para este año y del 2.6% para el siguiente, regresando a un modesto crecimiento en 2012.
Aun siendo implementado el plan en su totalidad, le dejaría a Grecia una deuda sustancialmente mayor, subiendo de un 133% del PIB hasta casi un 150% en 2013 - con una economía significativamente menor para pagarla.
Tomado y traducido de Athens News, Edición del 10 de Mayo de 2010, página 10.
El destino de Grecia pende en la cuerda floja
Lo que más asusta de esta terrible situación es que nadie sabe si este es el fin de un sistema político, económico y social en bancarrota y el comienzo de un doloroso renacimiento nacional, o si dicha situación es insoluble y estamos condenados ya a una muerte irreversible de la nación estado. ¿Fue la muerte de tres empleados bancarios en un ataque con bombas incendiarias durante la huelga general del miércoles el crimen sin sentido que finalmente traerá la repulsa del público por los muy arraigados cultos de la muerte o pasará a los libros de historia como una batalla más en una guerra que destruirá al país? Grecia está de verdad en una encrucijada, un punto de no retorno, lo cual es mucho más importante que la crisis financiera. Puede ser más importante que el muy real temor del contagio diseminándose por la Unión Europea y destruyéndola.
Lo que está en juego es si los griegos están dispuestos a hacer el esfuerzo de reformarse a sí mismos, y de si el plan que el gobierno ha aceptado de manos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional ha sido pergeñado con tal sabiduría y delicadeza que éste sea factible en su ejecución y que nos lleve al crecimiento y no a la asfixia. El memorando elaborado por ambas partes, y aprobado el jueves por la mayoría del PASOK en el Parlamento, contiene grandes recortes de gastos, los cuales le quitarán a cada familia no sólo dinero para gastos discrecionales, sino en algunos casos, también de lo necesario para cubrir las necesidades básicas. Al mismo tiempo, el memorando prevé una transformación drástica de la economía griega, su administración pública, sus sistemas de salud y pensiones y una reforma tributaria - con el fin de simplificar procedimientos y hacer el estado más eficiente. Lo crucial es si estas reformas pueden ser llevadas a cabo y que éstas produzcan beneficios antes de que las dificultades ocasionadas por los recortes destruyan la paciencia de la gente y su resolución.
La realidad hoy es un choque de trenes entre dos fuerzas aparentemente irreconciliables - el electorado griego de un lado, y las exigencias impuestas por nuestros amigos en el extranjero, a cambio de darnos suficiente dinero para mantenernos aún más endeudados, posponiendo nuestro día de ajustar cuentas o dándonos suficiente tiempo para recomponernos y enderezar el rumbo. Como somos quienes necesitan prestar para nuestras necesidades expresadas en términos de salarios, pensiones, pagos de préstamos e importaciones vitales tales como combustibles, es muy improbable que nuestro descontento con la situación actual haga que la comunidad internacional se someta a nuestra voluntad.
Esto deja al pueblo griego como la variable sobre la cual depende la solución de nuestros problemas. Y aquí las cosas son muy impredecibles: aun no es claro si la gente echará mano de las reservas que hicieron a nuestros ancestros luchar contra la adversidad y ganar, o si ha sido debilitada por décadas de mimos populistas al punto de mobilizarse por nada menos que quejarse y tratar de mantener un status quo que ya ha desparecido. Este es el resultado de lo que los antiguos griegos estuvieron siempre en contra - su gente volviéndose blanda: Llamar a un hombre joven malthakos (suave) era un fuerte insulto (Hoy en día malakas - consentido -, no sólo está exento de connotaciones negativas, sino que dos generaciones de griegos lo ven como una autodefinición, un término cariñoso).
La gente tiene derecho de protestar en contra de lo que ven como una gran injusticia: van a perder una buena parte de su ingreso mientras que aquellos que hicieron dinero a través de la corrupción (desde la evasión de impuestos hasta sobornos por compras de armas) se salen con la suya otra vez sin pagar nada. Su ira es entendible. Pero el callejón sin salida de la economía no ha
desaparecido: necesitamos prestar y no podemos hacerlo en los mercados internacionales. Para conseguir dinero del FMI y de nuestros socios de la UE, debemos cumplir el trato que hicimos con ellos para continuar recibiendo los aportes periódicos del préstamo de 110.000 millones de euros.
Nuestra opción ahora es si trabajaremos tan rápido como sea posible para reformar nuestro estado y hacerlo productivo, o si nos mantendremos en los roles que nos llevaron a este lamentable punto, seguros en saber que las cosas sólo empeorarán.
Tomado y traducido de Kathimerini, Edición en Inglés del 10 de Mayo de 2010.
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