Ropa interior como acto de fe
Los nombres de las empresas y/o personas involucradas en este post han sido cambiados porque se me dio la gana para proteger a los inocentes empleados y desinformados clientes. Cualquier parecido con la realidad… es porque es así.
A lo largo de la historia, el acto de vestirse se ha constituido en declaración de principios políticos y religiosos. La púrpura y el escarlata de los reyes, el amarillo de los emperadores. La túnica de colores de José fue la copa que rebosó la copa de sus hermanos, que terminaron vendiéndolo como esclavo. Hasta los cuáqueros tenían su moda muy particular para distinguirse de los demás.
Por supuesto que nada de esto ha cambiado. Los zapatos Kenneth Cole te hacen políticamente correcto, vestirse de piel es vestirse de muerte, sé esto, sé aquello, sólo sé. La publicidad ha grabado en nuestras cabezas la noción de que cada prenda que vestimos es una declaración de algo, insustancial o trascendental, pero declaración al fin y al cabo.
Ni la ropa interior se salva de esta tendencia exacerbada. Hay una empresa, a la que llamaré Asterisco genérico, la cual fue conocida durante años por sus calcetines y calzoncillos, anodinos pero de buena calidad. Un buen día decidieron que su imagen era, precisamente, anodina. Y al despuntar el siglo XXI eso era inadmisible; que el posicionamiento de la marca, que la globalización… ya Ustedes conocen ese bla-bla-blá. Entonces decidieron cambiar en grande, incursionando en la producción de prendas íntimas femeninas, entre otras novedades. Las fotos de las nuevas campañas abundaron y abundan en unos primeros planos que rayan en la pornografía.
No me malentiendan. El caso es que uno sabe lo que ve, y esas fotos que aparecen en el periódico y las revistas las percibe uno inmediatamente como ligeramente fuera de lugar y de tono. Poco tiempo después ese tono fue cambiando a posturas y posiciones… de yoga. En los puntos de venta comenzaron a aparecer, muy sutilmente al principio, invitaciones para practicar el yoga, ¡incluso un manual de yoga para niños!
¡Que bandazo tan impresionante! ¿Qué vendrá después? ¿Alguna combinación de las anteriores? ¿Yoga tántrico (cómo sería la publicidad de eso…)? Sin duda el yoga es una actividad beneficiosa, practicada por millones. Aun así, aunque sea negado sistemáticamente por muchos, tiene ciertas connotaciones religiosas que—
Un momento, porque hay una empresa, a la que llamaré BAM, la cual fue conocida durante años por sus calcetines y calzoncillos, anodinos pero de buena calidad. Un buen día decidieron que su imagen era, precisamente, anodina. Y al despuntar el siglo XXI eso era inadmisible; que el posicionamiento de la marca, que la globalización… ya Ustedes conocen ese bla-bla-blá. Entonces decidieron cambiar en grande, incursionando en la producción de prendas íntimas femeninas, entre otras novedades. Las fotos de las nuevas campañas abundaron y abundan en unas fotos un poquito atrevidas y unos eslóganes muy parecidos a ciertos conceptos pintorescos. Los eslóganes casi gritan “haz como quieras”, la divisa de Aleister Crowley.
No me malentiendan. El caso es que uno sabe lo que ve, y después de tantos años de leer periódicos y revistas uno lee entre líneas y percibe inmediatamente lo que está fuera de lugar y de tono. Poco tiempo después ese tono fue cambiando a venta de accesorios… cristianos. En los puntos de venta comenzaron a aparecer, muy sutilmente al principio, ¡escapularios y manillas con oraciones católicas!
¡Que bandazo tan impresionante! ¿Qué vendrá después? ¿Alguna combinación de las anteriores? ¿Algo sincrético, estilo santero (cómo sería la publicidad de eso…)? Sin duda la religión es una actividad beneficiosa, practicada por millones. Aun así, aunque sea negado sistemáticamente por muchos, la intromisión de la religión en el ámbito secular, tiene unas connotaciones que—
Un momento… no, me rindo. Nadie, excepto yo, le ha dedicado tiempo a analizar este asunto. Quizá hice una montaña de un grano de arena. Pero, no ¿por qué cuando entro a BAM y Asterisco genérico me siento catequizado a la fuerza? ¿Acaso falta una línea de ropa interior secular? Un momento… no, me rindo.
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