De la honestidad brutal a la hipocresía brutal


Nuevamente otra invasión en Barranquilla, muy cerquita a Soledad. Otro avivato que "corona" $ 7.500.000, o unos US$ 3.750 a costillas de la gente pobre. ¿Cómo se llamaría esta vez el nuevo barrio? ¿El Edén II: la venganza? Lo digo por esta vieja nota de El Tiempo:

Barrios Infierno, Villa Mojón, Brinca y Pea, entre otros de Barranquilla, quieren cambio de nombre

Según sus habitantes, llamarse así se les ha convertido en un karma, por eso, libran una batalla con la Alcaldía para quitarse esa cruz.

La lucha también la afrontan Villa Mosca, El Chuchal, Sal si puedes, El Cartón y El Cartonaje, algunos con más de 20 años.

La mayoría de estos barrios, donde viven unas 5.000 personas, fueron creados por desplazados de la violencia. Les faltan agua potable, alcantarillado, gas, puestos de salud, escuelas, vías y zonas de recreación. "Bien podrían clasificarse como estratos cero y hasta menos cero", afirma el veedor ciudadano Arturo De la Hoz García, abanderado de la causa del rebautizo. De la Hoz dice que los nombres de los barrios provocan risas y no crean un lazo afectivo pues sus habitantes viven ridiculizados. "Contamos con 65 viviendas (todas de tablas) con unas 550 personas, de las cuales 350 somos mujeres. Ya estamos cansadas que nos llamen El Chuchal porque eso suena pornográfico", cuenta María Castro, una de las habitantes. En Villa Mosca, bautizado así porque lo invaden los insectos que salen de un gigantesco basurero que rodea el barrio, la situación es igual. "Ni los mototaxistas quieren llegar aquí. Cuando uno les dice 'lléveme a Villa Mosca' arrugan la cara, se ríen y se marchan", dice Vicente De Alba.Villa Mojón es el reflejo patético de la crisis sanitaria que viven sus habitantes, que sin acueducto ni alcantarillado ven correr por las calles, en medio de corrientes de aguas negras, sus propios excrementos. Y El Cartón y El Cartonaje se llaman así porque sus casas son de ese material. Pero el asunto va más allá, dice De la Hoz, pues cuando se trata de presentar proyectos en las esferas administrativas, para obtener recursos, con solo mencionar sus nombres el tema también se vuelve jocoso y la gestión nunca prospera.Y subraya que en realidad no es cuestión de un simple cambio de nombre sino acompañar a estas comunidades con acciones de gobierno que mejoren su calidad de vida."No nos toman en serio, somos objeto de burla y la gente sigue jodida", dice De la Hoz.

Nadie quiere vivir en el Infierno Se trata de un barrio humilde que queda en las afueras de Soledad (Atlántico). Tiene unas 500 casas, de ladrillo y cemento, donde viven unas 1.500 personas, que aunque cuentan con agua y luz, tienen que padecer por las malas vías.Lo bautizaron popularmente así hace unos años porque fue 'caliente' por la violencia y en sus calles mataron a 4 personas. Pero la mayoría de sus pobladores ya no quiere vivir más en un lugar que se llame el Infierno.

ROBERTO LLANOS RODADO - CORRESPONSAL DE EL TIEMPO - BARRANQUILLA


Aquí a los nuevos edificios y urbanizaciones les ponen nombres italianos y europeos en general, para darle más "distinción" al sitio. Sigan creyendo en su hipocresía brutal, nosotros seguimos viviendo en Barranquilla, *el mejor vividero del mundo*. pero vivir en barrios con semejante nombre... eso es lo que Andrés Calamaro llamaba honestidad brutal...

Ah, y cuando no son esos nombres impostados, es villa-no-se-qué y villa-no-se-cuántos. ¿Hasta cuando?

Foto tomada de El Heraldo

Comentarios

  1. de la mala educacion brutal, a la hipocrecia total. de el odio sin limites por el foraneo, a la salameria y auto adulacion. nunca aceptan sus errores o defectos, segun ellos, son perfectos, lastima que los demas ya sabemos que son una completa traicion e hipocrecia.

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