¡Déle al Público lo que pida!

Dr. sipmac no quiere metérseles al rancho a los señores de Formoltv y La peor tv y más, quienes ya desarrollan una excelente labor bloguística, periodística y pedagógica en este campo; pero la falta de posts en español y otras ciertas circunstancias se conjugaron para que decidiera ampliar este tema, que anteriormente había aparecido como tag con cierta recurrencia. Sin más preámbulos entonces, Dr. sipmac presenta:

Rupert Murdoch
¡Déle al Público lo que pida! Con estas palabras el 007 Pierce Brosnan se dispone a usar por enésima vez su licencia para matar, esta vez con el megalomaníaco psicópata magnate de los medios, Elliot Carver; una muy poco dismulada parodia híbrida de Rupert Murdoch y Bill Gates (sobre todo Dr. sipmac recuerda cuando un lugarteniente le dice a Carver que un programa de computador no estaba listo para ser lanzado al mercado por estar lleno de imperfecciones, Carver se limita a recordarle toda la plata que se iban a ganar con las actualizaciones y los parches - ¿les suena familiar?).

En fin, James Bond estaba tan acertado como siempre. Una guerra (entre el Reino Unido y China) siempre genera rating (¿Les suena familiar?), pero ver caer a un poderoso lo genera mucho más.

¡Déle al Público lo que pida! Hoy en El Espectador, el Sr. Miguel Gómez Martínez se lamenta (no sin razón) de que Colombia es un país enfermo. Palabras más, palabras menos, la tremenda avalancha de producciones televisivas en horario triple A, donde sólo se habla de traquetos, pandilleros, estafadores émulos de Ponzi y Madoff y prepagos, refleja el grado de postración moral de los televidentes colombianos, quienes ven a su vez reflejadas sus ambiciones gangsteriles y bandidescas en la pantalla chica.

¿Narconovelas a mí?
Dr. sipmac no quisiera decir que el Sr. Gómez Martínez está equivocado (¡faltaba más!). De hecho, desde antes del asesinato de Rodrigo Lara Bonilla (el comienzo de la era que todavía vivimos) el tema de esta columna se ha repetido infinidades de veces hasta el punto de sentir cierta familiaridad al volver a leer los argumentos. Difícilmente alguien recordará los apuros que pasaron Marta Bossio y Juan Gossain cuando fueron acusados de hacer la apología del delito en televisión cuando en la telenovela “La Mala Hierba”, al “Cacique” Miranda (que alias los de antes ¿no? – Da como para otro post) la vida le sonreía y triunfaba en su tráfico de maracachafa. La misma Sra. Bossio alguna vez contó sobre las presiones que recibió (y las dificultades que tuvo) para que la suerte de los personajes cambiara y recibieran su merecido (¡El crimen no paga!). Ahora, la “telenovela que haría historia” en la televisión colombiana, a pesar de la gran recepción que tuvo en el público, ha sido completamente olvidada. Y las columnas de prensa siguen con el mismo tema.

¡Déle al Público lo que pida! Una ley que conocen muy bien quienes manejan el negocio del entretenimiento y las noticias. La palabra clave en la oración anterior es negocio. En cuanto al contenido del entretenimiento y las noticias, se dice que “nadie ha perdido dinero subestimando el gusto de público estadounidense”. No creo que sea descabellado entonces inferir que si esto es válido en Estados Unidos, también lo es en Colombia.

Saluden a la foto más buscada de sipmacrants!
Por otro lado, tampoco está fuera de tono recordar que el arte (¡Cómo le cuesta a Dr. sipmac relacionar esta palabra con la televisión colombiana!) suele ser un reflejo de la sociedad, la época y las circunstancias de su momento. Para usar otro ejemplo de los United States of America, si hay un personaje histórico que puede epitomizar las variaciones de las cosmovisiones de diferentes épocas, éste es George Custer. El General del 7º de Caballería, más que deseoso de exterminar a los nativos americanos, murió cegado por su ambición, su megalomanía y por su cortedad de miras. Mientras, ha pasado de héroe a villano en cuestión de décadas. Basta ver como lo medios americanos tratan su historia a lo largo del tiempo. En cierta forma, ése es el temor básico que está implícito en las columnas de prensa de tantos años: aparecerá por fin una generación de colombianos que condenará y repudiará a esta, la cual se regocija con el estilo de vida de traquetos, estafadores y prepagos. La respuesta es sencilla: a pesar de la saga de “El Padrino”, y de todas las películas de gangsters hechas y por hacer, no todo el que las ve queda motivado automáticamente para convertirse en otro Don Corleone o Tony Montana (aunque cualquiera que escuche rap o haya visto Los Sopranos, saben que ellos son tema de inspiración en el bajo mundo). Todavia la gente sabe distinguir la realidad de la ficción. Como tampoco nadie quiso convertirse en Betty la fea, a pesar de ser un fenómeno mundial.

¡Déle al Público lo que pida! La competencia suele elevar la calidad, pero en el caso de la televisión, esto funciona al revés: siempre es a nivelarse por lo bajo. Aceptémoslo: esto es lo que la gente quiere. Tranquilos todos, que ya llegará alguna otra fiebre o tema que desplazará la vida traqueta de las pantallas. Ya se ha dicho antes, tenemos la televisión que nos merecemos. Con la diferencia de que por primera vez en la historia, gracias a Internet es posible que por fin tengamos la televisión que queremos.

POSDATA: Rupert Murdoch quiere sacar sus periódicos de Google y cobrar por el acceso online. Los comentarios son del talante: "ése viejito esta loco". Para tratarse de la persona que logró crear de la nada un canal de television que rompió el mito de la invencibilidad e inamovilidad de ABC-CBS-NBC, superándolos en audiencia, y repitiendo luego la fórmula con CNN... bueno, yo no creo que esté loquito. ¿Ustedes qué creen?
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