El Procurador Alejandro Ordóñez, o el inflitrado
¡No contaban con mi astucia! |
Con las declaraciones de hoy en contra del matrimonio gay ante el congreso colombiano, donde tildó virtualmente como drogadictos a los miembros de la prensa, la venda se me cayó de los ojos: El procurador Alejandro Ordóñez es un agente encubierto que busca la aprobación del matrimonio gay o igualitario en el país.
No hay otra explicación. Con o sin el consentimiento y aprobación de la comunidad LGBTI, el procurador decidió que el país debía acoger la causa del matrimonio gay y la igualdad de derechos para las minorías sexuales. Como es mejor conocido por su conservadurismo y tradicionalismo, comprendió que cualquier aproximación a los activistas de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales sería visto con sumo recelo y total desconfianza, decidió que era mejor desarrollar una estrategia que lograra sus ideales.
Sólo así se puede comprender como al principio, y para mantener contenta y con la guardia baja a sus copartidarios y correligionarios conservadores, les hizo algunos gestos como la suspensión por 18 años a la ex senadora Piedad Córdoba y por otros tantos a los hermanos Moreno Rojas, entre otros. Y por qué no, la orgía de nombramientos en la Procuraduría General de la Nación con el fin de asegurar su reelección cooptando al Congreso y a las altas cortes sería la jugada maestra que pondría bien colocadas las fichas en su tablero de ajedrez.
Mientras tanto, y cuando sus copartidarios y correligionarios estaban más confiados, empezó su ataque: endureció sus posiciones en contra del matrimonio gay hasta la exageración, bajo una fachada de soberbia e indiferencia ante la misma opinión pública. Sólo apropiándose de la imagen del católico conservador a ultranza, lograría hacer quedar tan pero tan mal a los opositores del matrimonio igualitario, que no le quedaría a la opinión publica más alternativa que ceder.
El fastuoso matrimonio de su hija fue otra parte de la estrategia. En vez de un soberbio despliegue de lo que él considera es el verdadero y único matrimonio, se trataba de un mensaje cifrado: le mostraba a la comunidad LGBTI como será su futuro, en que sus miembros podrán celebrar bodas tan vistosas y coloridas como las de su hija, y que estas podrán llegar por todos los medios ante la opinión pública.
Para asegurarse, decidió que lo mejor era insultar a la prensa tildándolos de drogadictos degenerados, para que no quedara en ella ningún opositor al matrimonio igualitario.
Algún día la comunidad LGBTI reconocerá el sufrido papel que jugó el procurador Alejandro Ordóñez en la reivindicación de sus derechos.
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