Sabiduría = Pechos grandes (Tomado de la Internet)
Yes! Yes! Yes! |
Un caso de la vida real.
Cuando tenía trece años, esperaba que un día llegara a tener una novia con tetas grandes.
Cuando tenía dieciséis, tuve una novia con tetas grandes pero no había ardor en la relación; así que decidí buscar una chica apasionada con entusiasmo por la vida. En la universidad salí con una chica apasionada, pero ella era demasiado emocional. Todo era una emergencia; era una reina del drama, lloraba todo el tiempo y amenazaba con suicidarse. Así que decidí que lo mejor era una chica estable.
Cuando tenía veinticinco, encontré una chica estable pero era demasiado aburrida. Era completamente predecible y no se emocionaba con nada. La vida se me volvió tan aburrida que decidí buscar una chica con fogosidad.
A los veintiocho encontré esa chica fogosa, pero no le podía seguir el ritmo. Pasaba con celeridad de una cosa a la otra, nunca asentándose en nada. Hacía cosas desquiciadamente impetuosas y me hacía sentir tan miserable como me hacía sentir feliz. La relación era divertida y llena de energía al principio, pero sin rumbo alguno. Así que decidí buscar una mujer con ambición.
Cuando tenía treinta, encontré una muchacha inteligente y con ambición, con los pies bien plantados en el piso, así que me casé con ella. Era tan ambiciosa que se divorció de mí y me quitó todo lo que tenía.
Ahora soy mayor y más sabio; ahora estoy buscando una chica con tetas grandes.
Cuando tenía dieciséis, tuve una novia con tetas grandes pero no había ardor en la relación; así que decidí buscar una chica apasionada con entusiasmo por la vida. En la universidad salí con una chica apasionada, pero ella era demasiado emocional. Todo era una emergencia; era una reina del drama, lloraba todo el tiempo y amenazaba con suicidarse. Así que decidí que lo mejor era una chica estable.
Cuando tenía veinticinco, encontré una chica estable pero era demasiado aburrida. Era completamente predecible y no se emocionaba con nada. La vida se me volvió tan aburrida que decidí buscar una chica con fogosidad.
A los veintiocho encontré esa chica fogosa, pero no le podía seguir el ritmo. Pasaba con celeridad de una cosa a la otra, nunca asentándose en nada. Hacía cosas desquiciadamente impetuosas y me hacía sentir tan miserable como me hacía sentir feliz. La relación era divertida y llena de energía al principio, pero sin rumbo alguno. Así que decidí buscar una mujer con ambición.
Cuando tenía treinta, encontré una muchacha inteligente y con ambición, con los pies bien plantados en el piso, así que me casé con ella. Era tan ambiciosa que se divorció de mí y me quitó todo lo que tenía.
Ahora soy mayor y más sabio; ahora estoy buscando una chica con tetas grandes.
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