Juguetes tecnológicos ya olvidados

Dicen que la diferencia entre la niñez y la edad adulta solo consiste en la diferencia en el valor de los juguetes. Nuestros provedores y creadores de maravillas tenológicas siempre estarán a la caza de algo que nos cace a nosotros, o más exactamente el equivalente a dos o tres meses de nuestro salario, todo para que al cabo de un rato sean declarados obsoletos y los dejemos olvidados en cualquier gaveta. Quien no se acuerda de...

Yo era el objeto del deseo...

Beeper o buscapersonas: todavía se resiste a morir este artefacto tecnológico, que buscó (y encontró) nichos de mercado muy especializados después de que terminara con un olvido oprobioso su reinado entre los símbolos de estatus tecnológico. En una época no muy lejana, si tenías un beeper, eras alguien. Las tarjetas de visita, esas campeonas de todos los tiempos y que han resistido todos los embates, debían mencionar su existencia, en el lugar donde ahora va la dirección de correo electrónico. Derrotado por el telefono celular.

¡El iPhone me dejó sin trabajo!

Asistente Personal Digital o PDA: a comienzos de los aughts, no era raro encontrar a los buscadores de estatus pasearse con estos artefactos y un lapicito ridículo, mirando un folleto que les enseñaría a escribir de nuevo. Su precio era escandaloso y nunca lograron popularizarse, y no hay nada que pudieran hacer estos PDA's que no pueda hacer un smartphone de gama baja.

Si tu celular es de gama baja todavía puedo servirte...

Agenda Electrónica: de los juguetes electrónicos desaparecidos, éste es mi favorito y al que le saqué más el jugo. Ni muy simple para ser ignorado, ni muy complejo para impedir su uso, era una forma práctica de guardar teléfonos, direcciones y compromisos para el que realmente lo necesitaba. En sus versiones "economy" fue el más popular de los juguetes electrónicos de su época.

I was cool, man, cool...

Walkman: el juguete electrónico que desencadenó una revolución musical al imponer el formato del casete, otro juguete olvidado y convertido en pieza de museo. La industria musical no podía tolerar que sólo uno de tus amiguitos comprara el disco de moda, para hacerlo circular, y que cada uno de tus amiguitos y tú le sacaran copia, para finalmente ponerlo a sonar en tu Walkman. Evidentemente, no sabían todavía que al acabar con los sencillos de 45 RPM estaban cavando su propia tumba a punta de codicia y que luego con la digitalización de la música, sería el puntillazo. Mientras tanto el Walkman se metamorfoseó en Discman (para CD's) y luego el término se lo pegaron a las correndillas a un celular que no pudo resistir los embates del iPod y el iPhone. Recuerden, la juventud deliraba en una época por tener un Walkman.

Pero sigo siendo el estándar...

CD-ROM: Considerados en una época el "libro del futuro", porque la multimedia era más que el papel impreso y porque los discos duros de los computadores no podían guardar ni un suspiro. Entre internet y discos duros en el rango de gigabytes acabaron con muchas divisiones editoriales que ya se creían de mejor familia.

Eso es todo amigos.