CHARLIE HEBDO Y EL FAMOSO COHETE DE OSCAR WILDE

Hay en el episodio de Charlie Hebdo dos peligrosas pretensiones que tienen que ver con la corrección política que tiene vuelta un (ridículo) ocho la psiquis de la cultura occidental: que TODO el mundo se va a comportar con los mismos parámetros que ordena la corrección política nada más porque sí (cómo no), y peor aún, que si las consecuencias son malas, estas no deben ni pueden existir si se produce un acto (algo así como taparse los oídos y decir LALALALALALA). 

La persecución de franceses y cristianos en Nigeria y el desplome de Yemen entre otros episodios son imposibles de no relacionar con el affaire Charlie Hebdo. El tiempo dirá si fue un catalizador o tan sólo otro episodio más de lo que ya está sucediendo.

Muchos sentirán que la publicación Charlie Hebdo representa ahora a la civilización occidental y sus libertades. Yo digo que no. Si algo representa actualmente a Occidente es el famoso cohete del socarrón de Oscar Wilde. 

Como el cohete, por cuenta de la corrección política, nuestra cultura occidental actual es tan majadera e insensata que es incapaz de funcionar para lo que fue creada: como el cohete desprecia el sentido común y prefiere llorar que mantenerse seco. Prefiere decir "pilotécnico" en vez de pirotécnico, porque así le parece que es más apropiado (y políticamente correcto). 

Al cohete lo llaman malo (por no funcionar cuando se le necesitó) y él se autoengaña hasta creer que lo que quisieron decir fue "famoso". Al paso que vamos, si algún día se llega a acabar este show, que nuestra civilización no vaya a pensar que la llevan a una casa de reposo (para reparar sus nervios destrozados) y no al basurero de la historia... y cuando finalmente estalle, que vaya a pensar que causó una gran sensación.

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